octubre 12, 2011

Dorados y tarariras en Gualeguay

Una visita muy especial venida desde la madre patria generó un par de salidas a nuestro amado Gualeguay. Gonzalo Pelaez nos acompañó a buscar a los reyes y a las reinas y les pudo rendir pleitecia.






Tributo internacional



El paso de la tecnología nos va afectando a todos en cada acto que realizamos en la vida, y por mas que renegemos de ello, será una verdad incuestionable.
Por ello es importante adaptarse y sacarle el jugo a esta realidad aprovechándola en las cosas que habitualmente hacemos, incluso en esas que suponemos que lo tradicional es la mejor manera de hacerlas.

A que viene todo esto? Que tiene que ver con una nota de pesca deportiva? En principio nada hasta que descubrimos que la tecnología nos afecta hasta en ese mundo tan natural, terrenal y ancestral.

En el nuevo orden tecnológico la internet y la forma de relacionarse socialmente a través de ella es un medio maravilloso y sorprendente que logra, incluso, no sólo acercar a la gente sino también generar vínculos de amistad verdaderos a miles de km de distancia.



Y ahí, en ese último párrafo está el hilo donde se atan la tecnología y la pesca, de una manera inesperada, pero no por ello menos fabulosa.
Desde la internet, mas precisamente de los foros de pesca , se han generado en los últimos años vínculos y relaciones por demás fuertes. De hecho, el grupo con el que habitualmente salimos de pesca ha nacido de ahí.

En esta cueva tecnológica de relaciones humanas también nación una amistad virtual de miles de km de distancia con un argentino expatriado hace ya unos años en la madre patria.

Cuando Gonzalo nos dijo que venía para Buenos Aires en plan de visita no pudimos menos que armar alguna salidita de pesca para abandonar el rol de amigo virtual y refrendarlo en un amigo de la vida real que pocas veces tenemos la suerte de encontrar.

1ra salida                                                                                              .


Ya arribado nos encontramos en su casa de Villa Urquiza, Gonzalo, Telmo y quien les escribe para la primera intentona a Gualeguay con el amigo Jorge Cot.
Despues de los abrazos de rigor y de una hermosa charla con acento español llegamos a Puerto Ruiz. El panorama climático no era alentador ya que nos daba viento fuerte de norte y la temperatura había bajado rápidamente en dos días.

Partimos a los lugares habituales que pescamos, empezando en el Tala, donde en la curva profunda quehace a los 200 mts de ingresados tuvimos las primeras capturas del día, con bananas telmolures negras que a mi me funcionó bien hasta que le destrozaron la paleta.



De ahí partimos al Pavón a tratar de garetear, pero se nos hizo imposible por lo que paramos en una de las costas habitualmente rendidoras e intentamos pescar de costa entre los árboles hundidos.
Sin ser una gran pesca logramos robarle algunos dorados hermosos, dándose el gusto Gonzalo de pescar buenas piezas de la manera que habitualmente él pesca los Bass en España..a puro spinnerbait acariciando las ramas hundidas.

Esta técnica desconocida para nosotros le resultó especialmente rendidora y merece que la tratemos de poner en práctica mas seguido con los dorados, eso si, amerita conseguir o armar spinnerbaits fuertes porque sino no duran nada de nada.
Pasado el mediodía decidimos terminar la jornada, muy ventosa a esta altura, con un intento a las tarariras. En los lugares donde las habíamos encontrado en la última salida, la crecida del río, las había desparramado, asi que decidimos ir al canal costero que el año pasado nos regaló incontables hoplias.

Llegamos y empezamos a probar con ranitas antienganche en toda la zona de pastos. La suerte era totalmente esquiva, estaba lleno de peces pero el engaño lograba sólo espantarlos o que los atacara con un desgano tal que no llegaban ni siquiera a pasarle cerca.



Gonzalo logró su primera captura con un culu culu casero en una zona sin vegetación donde decidimos rascar el fondo a ver si lográbamos tentarlas allí.
Al final del día tuve la suerte de tentar una hermosa hoplias mallabaricus con un spinnerbait Tanat azul que me regaló la sonrisa del día.
Asi despedimos este encuentro internacional que prometimos repetir antes de que Gonzalo tuviera que regresar a la madre patria.

2da salida                                                                                              .

Nuevamente partimos a Gualeguay con Gonzalo, Telmo, quien escribe y con el agregado de Marianito con la esperanza de tener una jornada memorable que pudiera llevarse Gonza en sus retinas.

Esta ves a la llegada Jorgito nos avisó que íbamos a probar lugares nuevos ya que seguía complicándose encontrar a los cabezones dorados por las zonas habituales.
El clima seguía sin acompañarnos, con viento fuerte de frente y con una temperatura que a la hora de salida no pasaba de los 5 grados.

Partimos río abajo, cosa muy poco habitual, en busca de los dorados del parana pavon. La geografía de esta parte es totalmente distinta a la otra, muchísimas zonas de árboles hundidos en un estilo parecido al río Dulce de Santiago del Estero.
Fuimos probando en distintos lugares, y aquí si que nos sacó ventaja el gallego con sus spinnerbaits ya que podía tirarlos directamente entre medio de las ramas hundidas con mucha mas efectividad que nosotros con los señuelos artificiales.



El motivo? El spinnerbait de un solo anzuelo, medio escondido, se engancha muchísimo menos que los triples tradicionales.

Yo, por mi parte tuve algunas buenas capturas con señuelos que habitualmente no uso como un salmo withefish o un jointed shad rap 13.

Por la tarde y viendo que el pique era muy espaciado volvimos rio arriba para ir a buscar a las hoplias al mismo lugar de la última ves.

Esta ves las muchachas estaban un poco mas activas, pero poder clavarlas con en los pastos es todo un desafío y mas si no están lo suficientemente rabiosas como para atacar con vehemencia el artificial.



Sin embargo, nuevamente las capturas fueron saliendo en la zona donde el pasto desaparecía y dejaba lugar al agua oscura y al barro.

Aquí Telmo se lució con sus artesanales, Gonzalo con su culu culu casero, Mariano se dio finalmente el gusto con la ranita de marine sports, Jorge con un paseante antienganche las arrancó de los pastos y yo volvi a tentarlas con el spinnerbait y con un señuelo que se está transformando en un “salvador” el 1100 de poe.




Para resumir, nos tuvimos dos jornadas memorables en cuanto a la pesca, aunque si pudimos cobrar capturas en ambas y de las dos especies buscadas.

Lo que la tecnología logró formar terminamos de plasmarlo como se tiene que hacer. Bajo el calor humano se forjó esta amistad entre el argentino agallegado y sus compatriotas argentinos.

Con promesas de volver a encontrarnos, esta ves en la madre patria, para pescar sus fabulosos basses, terminó una aventura mas para guardar en la cajita de los recuerdos especiales que me regala este hermoso deporte.


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