mayo 02, 2010

Dorados de la Paz

Desde que comenzé con esta locura siempre me atrajo mas que cualquier otra técnica el uso de artificiales. El tratar de tentar a un cazador con un artificial que imite a su presa es maravilloso.




LA PAZ ESTÁ EN EL SPINNING


Asi fue que conocí a Nico Bimmer, un dedicado absoluto al spinning, con mucha experiencia y sapienza en el tema y con muy buena onda y predisposición a compartirla.

Entonces, despues de unos cuantos cruces en varias discuciones ( cruces de los buenos, de los que enseñan y acercan a la gente) quedamos en armar algo para ir a pescar dorados en alguna de las tantas plazas litoraleñas de nuestra amada Argentina.

Cuando la invitación por fin llegó me emocionó de sobremanera. El grupo se había conformado con Nico, su hermano Lucho y quien escribe. La misma no era una salida mas, era a hacer lo que tanto me gusta, pescar y en spinning, a un lugar soñado como La Paz, en busca del pez mas preciado por mi como es el dorado y con la única premisa-condición de hacerlo sólo con artificiales, sin siquiera subir una mísera mamacha a la embarcación. Todo un desafío.

La ansiedad hasta la fecha de salida fue interminablemente emotiva. Hacía mucho que no me ponía tan loco ante una salida de pesca. Sería la idea de una salida grosa de dos días a pescar dorados a un lugar que no conocía. Sería la certeza de ir con gente que no conocía en persona pero que, por las referencias de lo hablado en la net, demostraba un conocimiento del lugar y de la técnica tremendamente importante. No lo sé, pero fueron días, casi un mes, que solo soñé con dorados mordiendo muñecos en un lugar paradisíaco.

Ya de entrada, la necesidad de armarme de algunos señuelos aptos para esta pesca fue casi una odisea. Desde el momento que Nico me dijo, buscá algunos Lipless Sinking que con eso aseguras varias alternativas, hasta que pude comprar en ebay un pack de 6 rapala ratlin rap número 7 y que llegaran a casa antes de la salida, fue una odisea.

Pero llegaron y con la compra de algunos mas en baires como para armar alguito para poder intentar decentemente esta pesca ya estaba listo para entrarle a los pirayus de La Paz. ¿ Estaba listo?. Pues todavía me faltaba lo mas importante, el equipo de pesca.

Ahí recurrí a mi amigo Marco para que me preste un equipo de baitcast, como para no desentonar ante esta propuesta. Entonces me armé de una caña de bait basspro 10/25 y un reel crestfire, que al final no usé. También me prestó un Daiwa GVO 10 que terminé usando todo el finde junto con mi viejita y fiel cañita de spinning Shimano Integrated de 6/14 lb.

Ya con todo dispuesto salimos rumbo a destino al mediodía con la idea de viajar tranquilos y llegar a la nochecita para hospedarnos, descansar y arrancar con todo al día siguiente. El viaje, de 550 Km, fue tranquilo salvo algunos tramos finales que la ruta estaba totalmnete impresentable de pozos, pero a las 8 de la noche ya estábamos en La Paz.

La Paz, ubicada en el ángulo noroeste de la Provincia de Entre Ríos es la última de las localidades del corredor turístico que recorre este territorio orillando el Río Paraná. El litoral todo, ofrece belleza, turismo y pesca para el turista mas exigente, pero Entre Ríos, por estar mas cerca de la Capital Federal, es una de las opciones mas aprovechadas de aire libre y naturaleza.



La Paz es una ciudad que toma su nombre por veneración a Nuestra Señora de La Paz, y se sanciona con fuerza de ley por decisión del Gobernador Dr. Pascual Echagüe el 13 de Julio de 1835. Este dato histórico solo indica la denominación oficial, pero detrás de esa fecha se vislumbra al río ejerciendo su influencia para el asentamiento de pioneros que aprovechaban las ventajas de un puerto natural que ofrecía el arroyo Cabayú Cuatiá.

Desde allí comenzaba el crecimiento de una población, como tantas otras, que a través del río hacía llegar sus producciones agrarias a centros mas poblados. La Paz fue desde 1977 conocida por este nombre cuyo significado se encuentra en una mezcla de castellano (Cabayú) y Guaraní (Cuatiá) que quiere decir Caballo Marcado, o Caballo Plateado, o Caballo Pintado.

Saludos de rigor con nuestor anfitrión y guía, Adrian Beliz, nos preparamos esa mañana con todo el arsenal bailando en las cajas de pesca, dispuestos a salir a presentar batalla. La idea era arrancar para el lado del Montenegro, un busca de las correderas de la zona. Salimos con los señuelo al agua, yo con un shinner 90 de marine sport, a los dos tiros, plaf..dorado precioso que se clava, lo peleo, lo disfruto y cuando lo van a subir, como se lo habia tragado bien, muerde el mosqueton y lo abre, chau dorado y chau señuelo. Una calentura monumental.

Seguimos pescando y Nico que clava dos doradillos seguidos y que le saltan y escupen artificial. Ya a esa altura tabamos como locos. Pero bue, esta pesca es asi y la disfrutamos como tal. En spinning el pique nace desde el momento que el pez acepta el engaño y lo ataca, a partir de alli es todo extra, inclusive el poder subirlo a la embarcación para la foto. Al ratito, en el mismo lugar Nico clavó el primer doradillo para la foto despues de pegarle una clavada como para asegurar la presa.

Nos movimos un poco mas arriba despues y tuve la suerte de clavar dos dorados de 3 a 4 kilitos uno atrás de otro con un rapala ratlin rap color BlueGill que me lo destrozaron. Una alegría inmensa poder subir estas presas con artificiales y pescarlos con equipos totalmente livianos.

Tuvimos un par de piques mas errados por Lucho y Nico y decidimos ir a almorzar a alguna isla en el medio de ese lugar increíble que es el delta paceño. Picadita de rigor, almuerzo y, casi sin perder tiempo a seguir pescando.

Por la tarde seguimos buscando por toda la zona del montenegro y aledaños teniendo piques esporádicos de dorados, muy sutiles y errados de cabo a rabo. En esa parte de la jornada Nico pudo clavar un lindo doradillo que pudo subir y sacarse la mufa.

Nos fuimos a las piedras que estan apenas se sale de puerto en La Paz, frente a unos acantilados imponentes, donde volvimos a tener un par de piques mas errados, con la pérdida de otro artificial por mi parte, un NG Ripper que se fue en las fauces del dorado al cortar el multi por una mella que se le habría producido por un enganche en el que lo palanqueamos para liberar el artificial.

Lucho, con el mismo señuelo de NG, subió su primer doradillo a bordo para satisfacción de todos, para las fotos de rigor y para su posterior devolución, con todos los cuidados de rigor. Ya bien entrado el anochecer volvimos a puerto, satsfechos de la jornada, con ganas de haber podido subir algunas presas mas de las erradas, pero con la felicidad de una jornada ideal.

En la posada Posta El Surubi, donde nos hospedábamos, disfrutamos del baño reparador, despues a cenar a un restaurante cercano de esta preciosa ciudad, para, despues, entregarnos a Morfeo con un cansancio propio de este tipo de pescas. La pesca en spinning nos obliga a estar constantemente parados en la lancha lanzando los artificiales en distintas direcciones, barriendo la cancha de pesca, mientras mas esté el señuelo en el agua, mas son las posibilidades de captura, no es una pesca de espera como lo es la pesca con carnada, sino de actividad constante, por eso exige mucho mas al cuerpo del pescador.

Al otro día, bien tempranito como nos gusta, ya estábamos navegando en busca de nueva aventuras. Esta ves la hábil dirección de Adrián nos llevó mas lejos del Montenegro ( había muchísimas lanchas dando vueltas y este arroyo, por demás concurrido, no tiene el suficiente espacio como para garetear entre tantas embarcaciones.

Nos fuimos a la desembocadura del Largo en la zona del Arrastradero, donde nos dimos cuenta lo bajo que estaba el río, apenas podíamos pasar con la lancha levantando la pata del motor. Bajamos a la costa donde ya estaban varias lanchas apostadas esperando al pirayú.

Probamos en varias costas de la zona sin ningun pique ni actividad a la vista, por lo que al rato levantamos campamento volviendo sobre nuestros pasos a la zona del Toro.

De recorrida por un arroyo bien bien angosto paramos en la costa a tirar un rato, ahí tuve un pique en el rapala ratling bluegril que se soltó soberanamente en el segundo salto. Volvimos a embarcar y a seguir recorriendo ese imponente delta paceño, con biguas, caranchos, carpinchos y mucha mucha mas fauna a flor de vista.

Antes de almorzar entramos en el arroyo El Negro a garetear y pescar al golpe contra sus costas. En esta zona se dio la mejor pesca de esta jornada, con varios doradillos errados y un par que pudimos subir Nico y yo. También en esta zona disfrutamos de una pesca que con equipos livianos como los nuestros vale la pena. La pesca de la palometa con señuelos no sólo es posible sino que, cuando estan asi de activas es un festival. Lucho, Nico y yo no paramos de clavar palometones de 1 kilo a 1 kilo ½ que en cada tirada arremetían contra los señuelines utilizados. También se mezclaban los piques de dorados, por lo que ese rato en esa zona fue lo mas entretenido del día.

Bajo el sol y calor reinante paramos en una isla a almorzar, en conjunto con cuatro mosqueros marplatenses que habían comenzado su jornada de pesca en ese día, con nula suerte. Es increíble ver la camaradería del pescador y como se genera ese lugar comun que hace a nuestra pasión. El almuerzo transcurrió ameno, divertido y con muchas risas y anéctdotas.

Por la tarde decidimos probar gareteando por el Parana, cerca de un gran banco que se hacía visible por lo bajo del agua, no tuvimos suerte ahí, asi que nos fuimos volviendo para puerto pasando primero por el Montenegro, donde todavia se veían algunas lanchas por lo que lo gareteamos con cuidado con algun pique de doradillo perdido.

Para terminar la jornada preferimos ir a zona de piedras de las barrancas cercanas a puerto, ahí donde se ve el cartel de No Pasar colgando de una barranca. Ahí Nico tuvo varios piques errados que no podía clavar con un Jackall Doozer que le dio tantos dolores de cabeza por los piques errrados.

Yo seguí usando unos ratlin rap ya de color Blue Shad que tuvo un par de toques y un hermoso pique de un lindo doradito que, como era de esperarse, se soltó casi cuando lo estabamos por levantar a la lancha.

Los señuelos mas rendidores de las dos jornadas fueron todos los ratllin rap de Rapala, shiner 90 de Marine Sport, Megabass Vision Miyabi, NG Ripper y Jackall Doozer.

Vuelta a puerto a cenar en la posada un cordero monumental con otro veinte pescadores que paraban allí y que le dieron el toque final a esta salida maravillosa. Un placer escuchar a la gente que tanto ama este deporte, recorrer con ellos sus anéctdotas como si uno estuviera allí...cada ves amo mas este deporte.

Para el final me guardo un cariño muy especial a Nico, Lucho y Adrián por hacerme pasar una de las mejores salidas de pesca de mi vida. Y, promesas mediantes ya dadas, esperemos que pronto se repita en este o en algun otro pesquero del hermoso Paraná que gracias a Dios, es nuestro.






¡¡¡Sus comentarios son mas que agradecidos!!!


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