marzo 22, 2011

Tarariras en Gualeguay

El año. pasado la gran vedette de la temporada, sin lugar a dudas, fue Gualeguay. La cantidad de dorados se mantuvo firme durante todo el año y con la llegada de calor y la bajante del rio aparecieron excelentes pesqueros para las amadas tarariras



Recorriendo las cuevas del Sr Cot 1ra parte

El nuevo mañana está aqui.

Este comienzo de temporada, con la crecida del Rio Parana aguas arriba, ha generado condiciones de turbidez y materia en suspensión en las capas acuosas de los ríos de la zona.

Y (ya las hemos mostrado en alguna nota anterior) no hay desde hace varias temporadas espejo lacunar que tenga hoplias mallabaricus.
esto, sin dudar, provoca el inmediato repliegue del pique de las especies cazadoras en cuanto a señuelos se refiere.

El pez pierde una de las condiciones por las cuales decide con que alimentarse y es la vista. Los señuelos se vuelven inútiles y por mas sistema de generación de ruido que tengan dejan de ser presas de los peces, ya que éstos se orientan por el olor de la carnada fresca para alimentarse.

Ante esto, lo mejor que nos puede pasar es encontrar lagunas interiores que estén aisladas de la suciedad del agua y allí si tratar de encontrar activas a las tarariras. Pero esto, no es una tarea fácil.


Salvo en las cavas entrerrianas
Grandes sequías, heladas inclementes y la triste mano del hombre han diezmado a esta especie de los ámbitos que habitualmente frecuentaba y el río ha quedado como uno de los pocos lugares donde podemos hallarla.

Con el llamado de Jorgito Cot, guía único e inigualable de la zona, nos tentamos con el team. Tenía unas cuantas “cuevas” tarucheras para inspeccionar en un campo gigantesco y privado de la zona gualeguayense.

Como no podía ser de otra manera hacia allí fuimos con el grupo de siempre, Telmo, El Ingles, Nico y quien escribe.

El clima no auguraba buenas cosas, la lluvia anunciada era fuerte y la posibilidad de poder realizar una buena pesca, considerando un lugar nuevo y un clima adverso, era bastante pobre.

Llegamos a Gualeguay y nos encontramos con Jorgito en la estación de servicio. La idea que él tenia era dejar los autos ahí y partir a las cuevas en su camioneta. El final del día le dio la razón sin lugar a dudas.

Ya en la ruta nos dimos cuenta de lo que nos deparaba. El camino de tierra era de varios Kms. Metidos dentro de estancias y pastizales. Con ese panorama ya sabíamos que al primer chaparrón teníamos que volver volando sino no salíamos mas del barrial.

Despues de varias canteras llegamos al primer point. Nos bajamos y atravesamos unos 100 mts el campo para llegar a una lagunita de 10 mts. por 10 mts. casi totalmente cubierta de lentejillas. Todo un desafío.
Todos arrancamos con señuelos antienganche. Nico con una Moss Boss chica que hacía bailar como un maestro y el resto de nosotros con ranitas antienganche Marine Sports y Mauri.

Los piques no se hicieron esperar y empezaron a salir tarariras que explotaban desde debajo de las lentejillas…un placer. Cuando se activaron probamos con paseantes tratando de pasarlos por un par de franjas libre de suciedad. Tambien tuvieron buenos resultados.

Al cabo de un rato decidimos seguir viaje, el lugar estaba ya trabajado y al ser muy chico ya no tenía el mismo rinde.

Seguimos recorriendo kms y kms pararelo al rio Gualeguay, pero por la costa. El lugar un paraíso. Es una sanja de no mas de 10 mts de ancho, con alguna bahía cada tanto,que corre paralela al río y que se mantiene limpia e con alguna entrada pequeña hacia el río.

Queríamos parar en todos lados!!! Pero Jorge, un conocedor absoluto de la zona, no nos dejó que nos ganara la ansiedad. Paramos en el 2do lugar elegido por él. Una pequeña bahía que ensanchaba el arroyo.

Allí utilizamos variedad de engaños siendo los mas rendidores los de profundidad, ya que ahí se formaba un pozón de por lo menos 5 mts. Nico clavó una hermosa taranga con un spinnerbait y Telmo con un shiner 70. Después en un borde del pozón, donde estaba todo cubierto nuevamente de lentejillas, las ranitas antienganche volvieron a demostrar todo su potencial.

Seguimos avanzando en el derrotero y llegamos a un paso de vacas (con vacas incluídas) donde empezamos a probar, otra ves, infinidad de engaños. En este lugar los caseros de Telmo fueron los ganadores, siendo una imitación del subwart7 en color rojo, mortal.

En este lugar, y aunque parezca mentira, Nico clavó un hermoso doradillo, que dio tamaña pelea y que ameritó los gritos de todos los presentes.

Finalmente y viendo que el cielo se estaba tornando oscuro, decidimos ir al último lugar que Jorge nos tenia guardado. Y allí terminamos de completar la excelente faena. Bajo un puente, un arroyo que entraba del rio y se adentraba al campo, era la cueva infernal.

No tenía mas de 2 o 3 mts. de ancho. Al principio las muchachas estaban muy remisas y totalmente escondidas bajo las lentejillas de la costa de enfrente.

Despues de mucho activarlas y hacerlas enojar, se decidieron y comenzaron a atacar tanto en superficie como a media agua a cuanto engaño se les cruzara. Una pesquita memorable.

En lo mejor del momento, el cielo dijo basta y comenzó a soplar y gotear. Subimos como pudimos, corriendo y volvimos a todo vapor pensando que la tormenta la teníamos atrás.

Menuda sorpresa nos llevamos cuando vimos que llegando al final del camino la tormenta ya había pasado dejando una pista de ski en ves de ruta. Allí Jorge tuvo que demostrar toda su habilidad para mantener la camioneta en la ruta y no terminar en la banquina.

Para concluir Jorge Cot nos volvió a sorprender con otro lugar de ensueño para la pesca en spinning. Prometimos volver pronto porque hay mucho por recorrer, mucho por pescar, mucho por disfrutar.




¡¡¡Sus comentarios son mas que agradecidos!!!

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