octubre 16, 2010

Dorados en San Pedro

La temporada la habíamos comenzado en San Pedro, a principios de año, con una invasión de pequeños doradillos que nos dieron la esperanza de un buen año pesqueril





Las piedras doradas de Obligado

Despues de recorrer pesqueros cercanos con excelentes resultados un llamado del guía Mingo Novaro nos volvió a traer para estos pagos.

Nos encontramos, como es habitual, en la YPF de Zarate. La ansiedad era tremenda, los datos de Mingo eran que un gran cardumen de dorados grandes estaban estacionados en la zona denominada “las piedras de la vuelta de Obligado”.

Salimos en el cómodo trucker de Mingo a las 8 en punto, subiendo por el riacho San Pedro hasta tomar el Rio Paraná. En 30 min. Ya estábamos en la zona de pesca, una curva en donde el gral Lucio N. Mansilla defendió los colores nacionales contra una poderosa flota de barcos de guerra ingleses y franceses, en la famosa batalla conocida como La vuelta de Obligado, en el año 1845.

Allí el Paraná forma un recodo extenso, donde un lecho de grandes piedras y una potente corriente provocan violentas correderas donde los dorados cazan a sus anchas.

Al principio, debido a un viento bastante intenso y molesto decidimos comenzar la pesca de una manera trabajosa para Mingo. Motor prendido, girando en el medio del río, tratando de mantenerse en la “zona” de pesca.

Mis primeros lances fueron utilizando un vintage (recomendado por el amigo Lucas Piedrabuena), “la chapa asesina” el Sonar de Heddon.

El engaño caía al agua y dejándolo bajar unos segundos no tardaba en tener respuestas. Y ahí si agarrate, porque doraditos de 2 a 3 kilos, lanzados con la fuerza tremenda de estas aguas….eran misiles incontenibles.

El resto del team comenzó utilizando lipless del tipo Clakin o RNR8 de rapala, XR100 de Xcalibur o el increíble Iron Head de Marine Sports, con buenos resultados. Estos engaños con el snap en el lomo hacen que levanten la cola, avancen de nariz baja, cosa que hace de paleta direccionadora, y que se hunden con relativa facilidad.


La Chapa siguió rindiendo a placer. Tanto es asi que, al tratar de anclar en tremendos remolinos, el cabo del ancla siguió de largo terminando en el agua. Despues de varios tiros,¿Quién la pescó? Si el Sonar.

Al mediodía aprovechamos para hacerle una entrada al arroyo Gonzalez donde hay una gran variedad de palos, piedras y árboles hundidos, de paso queríamos ver si las amadas hoplias ya estaban activas.

Lamentablemente no tuvimos tanta suerte y ante lo discontínuo del pique y el intenso viento reinante volvimos a las piedras.

Ya a esta hora el viento era intensísimo, casi rozando lo peligroso. Para aprovechar un rato mas de pesca volvimos a las piedras pero esta ves tratamos de anclar cercano a la costa, logrando el objetivo.

Aquí seguimos probando con liples y con algunos minnow que anduvieron muy bien tipo. Los xrap12 de rapala, y el Aile Magnet de Duel probaron sus condiciones en cancha.

Un tip muy importante es el equipo a utilizar ya que a pesar de que los portes de los peces son no mayores a 3 o 4 kilos como mucho, la potencia que adquieren con la tremenda correntada de esta zona hace trabajar los mismos al límite.

En mi caso usé mi amada Fenwick 6-15 lb con multi de 40 lb y reel Mitchell Mag Pro. La verdad se la bancó muy bien, pero a veces parecía estar al límite de su dimensionado.

A las 4 de la tarde y ya con un viento con ráfagas de casi 50 km por hora, decidimos volver a puerto, prevaleciendo nuestra seguridad a las ganas de seguir disfrutando de esta pesca explosiva y aventurera.




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