Otra salida a las ya famosas usinas eléctricas de Buenos Aires. Siguen rindiendo espectacularmente pero ya no se puede pescar sin la presencia de gendarmeria.Una verdadera lástima.
Dorados radiactívos 2da parte
La ultima salida que realizamos a las ya famosas usinas eléctricas de Buenos Aires fue mas que excelente, con muy buenas piezas, violentas, y en gran cantidad.
Por eso no iba a pasar mucho tiempo para que intentáramos nuevamente esta insólita pesca que nos regalaba este rio eterno llamado Rio de la Plata.
El primer intento de 2da parte fue un fracaso absoluto, no en si por la pesca, ya que ni siquiera llegamos a embarcar. La noche anterior una "supuesta tormenta" hizo que el guía suspendiera la salida por cuenta de él.
Yo, particularmente quedé muy molesto porque según los pronósticos que tenía, el dia iba a estar pescable, con un poco de lluvia y casi sin viento. Lamentablemente tenía razón y perdimos un buen día de pesca.
La nueva fecha requerida fue al sábado siguiente y, a pesar de que no tenía muchas ganas de salir con este guia, las ganas de pescar pudieron mas y acepté nuevamente el convite.
Llegado el dia nos encontramos Telmo, Mariano, Angel y yo en la puerta de la Marina en frente de aeroparque. Cargamos bártulos y partimos a una nueva aventura.
El clima reinante era bueno en cuanto al Dios Febo, pero Eolo estaba enojadísimo soplando incesante y con ráfagas violentas. Por suerte al ser noroeste nos dejaba un poco de reparo tanto para la navegación como para la pesca.
Cuando llegamos a la primera zona de pesca, la usina norte, no se podía sostener la embarcación en la zona del viento, asi que seguimos rumbo a reparo en frente del famoso muelle de pescadores de la AAP.
Allí tuvimos momentos de sozobra que no se los deseo a nadie. En plena pesca, el motor de la embarcación se clavó y no queria arrancar. Al cabo de un rato de derivar dentro del puerto escuchamos los bocinazos violentos del Buquebús mas grande, que comenzaba sus maniobras de zarpe. Nosotros donde estábamos? En plena trayectoria de salida del buque, y sin motor...un momento supremo.
Por suerte, al levantar el motor, el guia se dió cuenta que un cabo suelto se había enredado en la hélice y ello era el motivo de la falla, corte urgente de rigor y pudimos arrancar justo antes de que la mole de acero nos pasara por arriba. Tremendo momento.
4 comentarios:
No se si queda bien que lo diga, pero cada vez mejor este espacio amigo!....Telmo
Gracias amigo!!!! esto es tambien parte tuyo y de la banda de amigos que salimos a disfrutar de nuestra pasión!!!
que viva la pesca con devolucion !!! basta de devastar la naturaleza...muy buen sitio
como llego?
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